Viajamos en trenes de primera clase con Dani Torrent
Clementina desde pequeña había sido educada por su padre para entrar en la alta sociedad de la época. Toda su vida se había esforzado por aprender los modales y la etiqueta que la alta sociedad exigía. Su padre tenía la esperanza de que, gracias a las relaciones que había cultivado durante años de trabajo en la administración pública, conseguiría para ella un buen matrimonio. El estallido de la guerra en su país y la muerte de su padre, acaban de repente con esos planes de futuro planteados. Sola, sin casa y sin apenas recursos debido a los desastres de la guerra, Clementina idea un plan: gastarse hasta el último céntimo de sus ahorros en un vestido de seda y un pase de un año para viajar en trenes de primera clase. Así presenta Triqueta editora ‘Viajes en trenes de primera clase’, un trabajo de Dani Torrent, con el que hemos charlado un poco más acerca de este pñroyecto.
¿Cómo surge este proyecto? Dani Torrent: “Un amigo me contó una anécdota de una conocida, que tiempo atrás decidió buscarse un marido rico. Para ello se compró un pase en trenes de primera clase y se dedicó a viajar sin rumbo por Alemania, sin otro objetivo que entablar conversación con viajeros acomodados. Me pareció una idea entre loca y genial, en un tren no hay mucho más que hacer que charlar, sobre todo en la era pre-internet, y si alguien se pone a hablar contigo tampoco hay modo de escapar, así que pensé que se podría escribir un cuento a partir de eso. En realidad lo cambié casi todo: en primer lugar lo ambienté en la Belle Époque, cuando los viajes en tren aún eran sinónimo de romanticismo y aventura, y lo que empuja a nuestra protagonista a buscarse un marido es la irrupción de una guerra (¿la primera guerra mundial?) que la deja sola, sin posesiones y sin hogar. Pero el gran cambio es que si bien la señora alemana que sirvió de inspiración encontró su marido rico, nuestra protagonista se encuentra a sí misma y se construye un futuro como mujer independiente. De este modo se convierte en una historia de autoconocimiento y empoderación”.
“En cuanto a la ilustración, la visita a una exposición sobre el ilustrador de principios de siglo XX Xavier Gosé, fue un impulso importante, aunque después mi estilo haya ido derivando hacia otro lado”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Encontrarán una historia de aire melancólico con un final luminoso -nos cuenta Dani Torrent-. Una narración que se organiza como un cuento clásico, donde Clementina, la protagonista, tiene tres encuentros con tres caballeros, cada uno más rico y poderoso que el anterior, y más siniestro. Pero tomamos esta estructura tradicional para darle un giro y convertirlo en una fábula feminista con una lectura radicalmente actual, crítica con el clasismo y el materialismo. Clementina se da cuenta de que no quiere encerrarse en la jaula de oro que esos caballeros le ofrecen, pues se ha enamorado del viaje mismo y encuentra la felicidad a los mandos de una locomotora (su propio destino)”.
¿Cómo fue el trabajo de investigación/documentación para este proyecto? “La verdad es que fue una de las partes más interesantes del proceso. Situarlo en los años 10 del siglo XX era fundamental para la historia, pues en ese momento las relaciones de los hombres y las mujeres estaban totalmente codificadas y compartimentadas, pero al mismo tiempo todo eso empezó a cambiar con los inicios del feminismo y la incorporación de la mujer al trabajo a causa de la primera guerra mundial. Así que no sólo tenía que saber sobre la apariencia de las cosas (cómo era la moda en aquel momento, cómo estaban decorados los vagones de tren, qué forma tenían las locomotoras…), sino también tenía que investigar sobre la etiqueta que regía la vida en los trenes y fuera de ellos: ¿podía una dama quitarse los guantes o el sombrero en espacios públicos?¿Cómo era percibida una mujer que viajaba sola?¿Había ya mujeres ferroviarias?, elementos todos ellos importantes para lo que quería contar”.
“Me hice una carpeta con imágenes de todo ello, pero también con imágenes de atardeceres, fenómenos meteorológicos, luz entrando por las ventanillas, a modo de mood board para meterme fácilmente en ese ambiente de ensoñación e introspección que quería dar al libro”, afirma Dani Torrent.
“Por último, una mirada atenta podrá reconocer referencias a la historia del arte en varias ilustraciones, que dan claves sobre los pensamientos de los personajes, sus relaciones, su lugar en la sociedad…”
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente respecto a otros trabajos? “En mis ilustraciones he continuado la línea de trabajos anteriores encaminados hacia la expresividad de la línea, con una desproporción elegante de la figura y un tratamiento algo más gestual. En este trabajo en concreto he intentado dar mucha importancia al ambiente, a los efectos de luz, que a veces parece engullir a las figuras y desdibujarlas. Esta calidad evanescente de las ilustraciones se refuerza con composiciones bastante elípticas, con grandes espacios vacíos, donde los personajes se sitúan casi como si estuvieran escondiéndose, muy cerca de los bordes”.
“Pero lo que creo que se diferencia más de mis anteriores trabajos es la articulación de la imagen con el texto -continúa Dani Torrent-. La historia narra las acciones, las anécdotas, mientras que las ilustraciones muestran más los momentos de reflexión, la mirada de Clementina, su fascinación creciente por el viaje y por conocer el mundo, y nos hacen sentir el proceso interior por el que pasa Clementina para tomar su decisión al final del libro. Imagen y texto se van combinando de diferentes maneras según las necesidades de la narración: hay ilustraciones a doble página sin texto, o páginas que sólo contienen texto, a veces una página prácticamente vacía sólo tiene un detalle o una frase, o una serie de viñetas sin texto nos da una secuencia temporal y pone un pie en el cómic. Todo ello va creando diferentes ritmos de lectura”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Básicamente trabajé con técnicas secas, lápiz de grafito, lápices de color y pasteles sobre papel crema, que le da un aspecto antiguo a todo el libro, y algún retoque de Photoshop posterior”.
Cuéntanos algo del proceso de elaboración del libro. “Como todos los proyectos personales en los que soy ilustrador y autor el trabajo se ha ido gestando a lo largo de años, avanzándolo en los espacios que quedan entre encargos -relata Dani Torrent-. El texto salió rápido, en un par de días, aunque se estuvo puliendo y retocando hasta el mismo día de entrar en imprenta, especialmente el último capítulo. La resolución la tenía clara, pero tuve que encontrar el tono sin perder el misterio, romanticismo y el aire de fábula que había tenido el texto hasta ese momento”.
“En cuanto a las ilustraciones, fueron pasando por diferentes estilos, y lo que pasa cuando no tienes fecha límite y eres algo obsesivo es que vas repitiéndolas una y otra vez, creo que debe de haber más ilustraciones descartadas que publicadas. El tiempo de confinamiento fue decisivo para poder avanzar y tener ya un libro completo (aunque no definitivo) para poder buscar editor, que encontró en Víctor de Triqueta verde, el editor ideal, que me dejó hacer todas las modificaciones que creí necesarias y me lo puso facilísimo”.
“Empecé las ilustraciones con una idea general del libro pero sin hacer Story-Board, lo que si bien no es muy eficiente para hacer un trabajo rápido, me permitió cambiar el orden de las imágenes, agruparlas, o relacionarlas con una parte diferente del texto, en definitiva, seguir jugando hasta el final con el ritmo y la musicalidad del relato”, asegura Dani Torrent.
¿En qué trabajas ahora?¿Algún proyecto nuevo? “En los últimos meses he estado trabajando en una serie de pinturas sobre papel o lienzo con el tema de la intimidad. Tengo pendientes de empezar un par de encargos, y con ganas de embarcarme en algún proyecto narrativo propio. Tengo una idea sobre el día en que los paraguas del mundo hacen la revolución”.